
Muchas personas están despertando al falso Gurú o la falsa espiritualidad. Estas personas sufren en el plano material y buscan una salida a su malestar. Despertar la espiritualidad no puede ser un atajo para huir del sufrimiento material.
Entonces, ¿cual debería ser el camino correcto?
El camino correcto pasa por aceptar tu encarnación terrenal. Aceptar que como humano tienes emociones que debes que aprender a gestionar. Conocerte a ti mismo de una manera profunda, saber quién eres. Aceptar sin luchar los aprendizajes a base de experiencias para enriquecer a tu alma.
Como este camino puede ser duro y encontrarnos solo, buscamos métodos que nos hagan sufrir menos, que nos hagan estar bien, que nos ayuden a encontrar la felicidad en la vida.
A veces nos convertimos en eternos buscadores de la terapia definitiva. Muchas funcionan, pero no acaban de limpiar todas las capas, y cuando parecen limpias aparecen de nuevas.
Hay terapias corporales para aliviar nuestro dolor físico. Algunas incluso liberando el dolor físico liberan emociones y nos hacen sentir llenos de energía durante unos días.
Hay terapias que trabajan desde la mente. Te enseñan a trabajar tu consciente, a detectar tus emociones y darles una explicación alternativa, te enseñan a enfrentarte a tus carencias, tus miedos, tu herencia familiar, tu entorno… ya me canso de sólo escribirlo, es una camino infinito.
Otras trabajan desde la energía. Todo es energía, por lo tanto trabajan de forma más holística donde no importan mucho la causa de tu dolencia ni donde se ubica. Harmoniza mi campo etérico consiguiendo un beneficio global.
Todas ellas son necesarias, incluso se complementan. Yo mismo enseño algunas de ellas y todas con un resultado fantástico. De hecho considero necesario pasar por varias de ellas, porque todas nos ayudan y clarifican diferentes aspectos de tu alma.
Llega un momento que tu alma te pide subir de nivel, es cuando tu alma está llamando a la puerta de la espiritualidad. Todos necesitamos un masaje de vez en cuando, es necesario recibir un equilibrio energético de tu campo etérico de vez en cuando, pero tu alma te pide otro nivel.
Importante, no quieras abrir esta puerta antes de recorrer un largo camino, no abras esta puerta sin conocerte a ti mismo, sin haber pasado por otras experiencias. Los atajos no funcionan. Si abres esta puerta antes de tiempo, te llenaras de conceptos mentales que no podrás integrar. Despacio y buena letra.
Abrirte a la espiritualidad conlleva un crisis. Es aprender el desapego, aprender a soltar, aprender a no involucrarte demasiado con el devenir de la vida, aprender a escuchar y sin hacer, aprender a aceptar.
La espiritualidad no soluciona una pena o un miedo o una frustración, porque cuando entras en el momento adecuado, sabes que en realidad eso no existe, está en tu percepción mental. Si no existe, ¿cómo lo voy a solucionar?
Fusionarse con el Universo, fusionarse con el Todo, con Diós o en nombre que quieras darle es ser uno con la fuente, con lo divino. Hasta que no puedas sentir el vacío del Universo en tu meditación, no abras la puerta.
El trabajo espiritual no se hacer desde la mente, desde el cuerpo ni desde la conciencia se hace desde el Amor. Este es el siguiente nivel, la sanación desde el Amor Original. El Amor no es el amor que sientes en tu corazón hacia tus seres queridos. De hecho es más que un sentimiento, el Amor Original es un estado que no se puede explicar con palabras, se debe sentir.
Este Amor significa un cambio de perspectiva. No es saber que todo en uno, significa sentirlo en lo más profundo de tus células. Debes entender que la vida no va de ti, sino de todo lo que une al manto de energía cósmica y tu debes hacer tu parte.
No cojas atajos. Para abrir esta puerta, debes haber recorrido un camino. No puedes llegar a la cima de ningún sitio, porque simplemente no existe ninguna cima, sólo el camino y el camino está para caminar consciente, no para saltarte etapas.
La espiritualidad ya no va de fe. Ya no necesitas creer, porque ya lo sabes. Ya no necesitas leer, porque ningún libro de enseña. Ya no necesitar seguir a ningún Gurú que te despierte, simplemente ya estás despierto, eres tu propio Gurú.
Respeta todas las etapas, todas te llevan a tu destino.
Ahora el trabajo ya no va de ti. Ya no trabajas para tu alma, trabajas para todas ellas, trabajas para la evolución del Universo. Esto es Amor.