El fundamento del Tai Chi
Introducción
Las antiguas culturas ancestrales como la Ayurveda, la Maya, la Egipcia o la Taoísta, tenían una filosofía de vida integrada con la Naturaleza y el Cosmos. Respetaban los ciclos de la Tierra y del Cielo y aprendieron a vivir en plena armonía con las bioenergías de los elementos. No vivían de la Tierra, sino con la Tierra.
Nuestro cuerpo, el microcosmos, está sujeto a las mismas leyes que el macrocosmos, el universo, donde reina el equilibrio. Cuando el cuerpo está en equilibrio, sus partes de relacionan entre ellas con armonía y naturalidad. La vida moderna, debido al sistema de valores actuales, a la tipología de trabajos y al ritmo de vida estresante en la mayoría de las personas, hemos perdido totalmente esta concepción de entender el cuerpo. La mala alimentación, el poco ejercicio físico y a veces excesivo, las rutinas diarias, mala calidad del sueño, etc. deriva en una desconexión con el cuerpo y la forma de vivir natural con la Tierra.
Distintas prácticas milenarias como la meditación, el qi gong, el yoga o en nuestro caso el tai chi, nos re-conectan con nuestro cuerpo, con nuestra mente y con nuestro espíritu, siendo más conscientes de qué y quienes somos.
El Tai Chi y el Chi Kung, forman parte integrante de la cultura Taoísta de la antigua China. El Taoísmo era una filosofía de vida que buscaba la salud para vivir muchos años y poder trabajar la espiritualidad. La práctica del Tai Chi, aporta flexibilidad, estructura, relajación y equilibrio energético. Esto es lo que llamamos un método holístico, entender el cuerpo como un conjunto de aspectos inseparables entre sí, es decir un microcosmos en armonía.
La gran diferencia con otras disciplinas modernas es esta conexión interior que nos lleva a poder sentir el chi, a trabajar el cuerpo desde la relajación muscular y desde una respiración consciente que se suma a los muchos beneficios que de por sí ya tiene la práctica. Por lo tanto el gran secreto del Tai Chi y a la vez la gran dificultad es la conexión interior.
En muchas escuelas actuales, se practica Tai Chi, como una colección de movimientos largos que cuestan de memorizar y por lo tanto se practica desde la mente. Hoy en día nos hemos convertido en coleccionistas de movimientos, cuantos más mejor sin profundizar el ellos. Hemos perdido la conexión interior, la verdadera esencia de estas prácticas milenarias.
Antes de realizar Tai Chi, deberíamos prestar atención a la importancia de la meditación y la conexión con uno mismo, para no distraer la mente hacia fuera. Vivimos en una sociedad que siempre está pendiente de los que pasa fuera y el poder está dentro de uno mismo.
Orígenes
El Tai Chi, se pierde en la historia sin un claro origen. Se han encontrado gravados de épocas remotas, antes de invención de la escritura. Seguramente es fruto de antiguos ejercicios, denominadas danzas en los textos antiguos, combinados con ejercicios de respiración para promover la salud con ejercicios de defensa.
La finalidad del Tai Chi era realmente ser un arte marcial que cuidaba la salud de sus practicantes con técnicas para desarrollar el poder interno. Se transmitía de maestro a alumno en círculos cerrados. Con el paso del tiempo el Tai Chi ha evolucionado hasta la actualidad, para pasar de un arte casi secreto a practicarse en parques de todo el mundo por sus grandes beneficios.
Un poco de cosmología
Tai Chi, se puede traducir como ‘energía suprema’ o ‘poder supremo’. Para entender este concepto debemos entender un poco de cosmología taoísta.
La creación del Universo se forma a partir del elemento espacio, es decir de la nada, del vacío, entendiendo como vacío el poder absoluto de la energía sin movimiento. Es lo que se llama estado de Wuchi.
Con el mínimo movimiento se generan dos fuerzas que siempre están en equilibrio. Estas fuerzas presentes en todas las cosas se llaman Yin Yang. De unión del yin yang en equilibrio sale el poder absoluto representado con el conocido símbolo del Tai Chi.
Chi significa energía vital, la energía que todo ser humano necesita para estar vivo, nuestra vitalidad.
Por lo tanto podemos definir el arte del Tai Chi, como un método de arte marcial cultivando nuestro poder absoluto, nuestro chi interno.
Beneficios
Con el paso del tiempo, la práctica ha ido derivando en varios estilos diferentes, pero todos con un mismo fin. Algunos de los beneficios son:
- Aprender a controlar la respiración, concentrar la mente y tomar conciencia del cuerpo.
- Practicar de forma relajada y consciente.
- Sentir la fuerza de la energía de la Tierra enraizando con los pies y el equilibrio de la fuerza del Cielo mediante la coronilla. Unir esas dos fuerzas en nuestro abdomen.
- Mover el chi por todo el cuerpo, desde la médula del hueso hasta los poros de la piel.
- Cultivar los tres tesoros (jing, chi y shen), se refiere a cultivar el cuerpo físico, el cuerpo energético y el cuerpo espiritual.
- Mejora la postura. Una buena estructura corporal es básica para la salud. La pérdida de alineación del cuerpo, es el causante de numerosas patologías.
- Fortalece el sistema nervioso. Cuando el cuerpo está tenso, la sangre y el chi no pueden circular con fluidez, afectando a la energía de los órganos internos.
- Mejora enfermedades crónicas al equilibrar el cuerpo mental/emocional y físico.
- Drena las toxinas físicas y emocionales acumuladas por el día a día.
- Beneficia todo el conjunto de fascias, músculos y tendones.
Aunque ya lo he mencionado repetidas veces en este artículo, el poder del Tai Chi, no reside en conocer decenas de movimientos armónicos, por muy buena técnica que se tenga. Esto requiere un gasto enorme de tiempo y energía. El secreto del Tai Chi, reside en profundizar en cada movimiento sintiendo cómo se mueve el Chi, enraizar con la energía de la Tierra y conectar con la energía del Cielo. Estar conectado con uno mismo mientras se secuencian los movimientos. Sólo cuando estamos conscientes de este modo estamos realizando Tai Chi.
El Tai Chi practicado como es debido, es una práctica que nos devuelve al origen.