33. El que no muere aunque sea su hora es eterno.
Quien conoce a los demás es inteligente. Quien se conoce a sí mismo es sabio.
Reconocer que todas las personas tienen virtudes y carencias es ser inteligente.
Aceptar las cualidades y las carencias en los demás es ser inteligente.
Reconocer y aceptar tus virtudes y tus carencias es ser honesto.
Todo lo que percibes en tu realidad es porque tu lo creas o porque lo necesitas. Las personas que están en tu realidad forman parte de tu obra de teatro y tu formas parte de la suya.
Entonces ser inteligente es entender que todo lo que sucede a tu alrededor, está creado por ti. Las personas que aparecen en tu realidad son figurantes, de la misma manera que tu eres un figurante para ellas.
Significa que todo lo que percibes en tu realidad está creado por ti, es decir, es una parte de ti. Pero es recíproco, tu eres una parte de la creación de otras personas. Es como una gran matriz.
Quien entiende esto y no separa entre el yo y los demás, está en el estado de sabio o de iluminado.
Quien vence a los demás tiene fuerza. Quien se vence a sí mismo es realmente fuerte.
Vencer a otros es ser fuerte, pero vencerse a sí mismo es ser muy fuerte. Se necesita mucha firmeza, constancia, observación y trabajo.
La lucha contra las personas no tiene sentido, porque si están en tu realidad es porque las necesitas. Cuando aceptas esto, tu peor enemigo no son ellos, tu peor enemigo eres tu mismo.
Si todo es tu creación, al final debes entender que luchas contra lo que has creado o contra lo que necesitas, por lo tanto, luchas contra ti mismo.
Luchar contra ti no es inteligente. No te culpes por tus acciones pasadas, las hiciste lo mejor que pudiste con las herramientas y la energía que tenias en ese momento. Todo está bien. Debías pasar por aquella experiencia.
Pero el que realmente es fuerte, es el que se pregunta ¿quién soy en realidad? El que realmente es fuerte busca su esencia.
Quien se contenta es rico. Quien se esfuerza y es constante sin cesar, es alguien que tiene claro su propósito.
Aceptar lo que tienes es ser rico, tienes todo lo que necesitas para tu propósito de vida. Tu realidad materializada es solo un detonante para que puedas hacer tu evolución. No te pierdas en acumular bienes, esto estanca tu evolución.
Si te sientes frustrado por no obtener tus objetivos materiales, conecta con el Universo, el te muestra el camino. Debes conectar y proyectar energía del Tao y sus valores.
Para obtener tu propósito debes ser firme y constante, pero no intentes controlarlo demasiado, al final no depende de ti. Debes seguir tus propósitos de vida, pero la ambición te puede perder.
En la misma línea, no obligues a nadie a hacer nada. Deja espacio para que cada persona haga lo que necesita hacer, cada uno tiene su camino.
Quien no pierde lo que posee es resistente y duradero. Quien no muere aunque aunque llegue su momento es eterno.
El que no pierde lo que posee, durará mucho tiempo. Significa que el que no pierde las enseñanzas del Tao entiende que es eterno, porque somos Tao.
El que no muere aunque sea su hora, tiene vida. Significa que aunque el cuerpo fallezca, la energía del Tao perdura, porque es eterna. Por lo tanto tu Yo Superior perdura al cuerpo.
Tu vida no es solo esta realidad, son muchas realidades manifestadas y las vas creando y viviendo cada una a su tiempo.