24. El que está en el Tao, no alardea.
Quien se mantiene de puntillas, no puede mantenerse de pié.
Andar de puntillas significa ser altivo. Comportarse siempre de forma altiva cansa mucho, se consume mucha energía.
Nadie puede mantenerse mucho tiempo de puntillas sin perder el equilibrio, tarde o temprano se cae.
Quien da pasos muy largos, no puede caminar.
Significa que quien desea llegar muy lejos demasiado rápido, no llega. Andar a pasos agigantados cansa mucho, se consume mucha energía.
El Tao no es trabajar duro o luchar, es observar y gestionar desde la serenidad.
El Tao no es de estudiar demasiadas cosas para ser más inteligente, te vuelve confuso, es de profundizar.
Quien sólo piensa en sí mismo, no puede ser reconocido por los demás.
No tenemos la razón absoluta de nada, ¿porqué quieres convencer a los demás? Deja que piensen lo que necesiten.
Si los demás en su realidad necesitan reafirmarse, que lo hagan. El que quiere abrazar al Tao no debe hacerlo, porque sabe que cada uno está donde debe estar.
Quien se considera inequívoco, no puede obrar justamente.
Si piensas que tienes la razón no puedes ser justo, porque no ve otras posibilidades.
No pongas etiquetas. Todo es como debe ser.
Quien se ensalza a sí mismo, no puede realizar acciones dignas.
No quieras ir por delante de nadie, se más humilde. Si te crees importante y alardeas de tus éxitos pasarás por delante de otros.
La persona espiritual, no necesita decir que es espiritual, enseña a otros a serlo con su actitud.
La persona que llega profundo en sus meditaciones no alardea, enseña a otros a conseguirlo.
¿De qué sirve alardear?
Quien es orgulloso, no puede avanzar.
El orgulloso no avanza, porque ya se cree en la cima. El que se cree por encima de los demás, no ha entendido nada, debe volver a empezar.
Todos somos importantes, porque somos los dueños de nuestra realidad. Por lo tanto, cada uno es el más importante para sí mismo. No es importante para los demás.
En el Tao, estas cosas se consideran alimentos excesivos y innecesarios.
Estos comportamientos no son buenos para avanzar por el camino del Tao. Son excesivos e innecesarios. Sirven sólo que para alimentar al Ego, no para profundizar en tu realidad.
El que está en el Tao, no se comporta de esta manera.
Cuando no conseguimos nuestros objetivos, nos frustramos. Pero no podemos comportarnos con las actitudes que hemos visto en este poema. Estas crisis son para que puedas evolucionar hacia el Tao.
El que está en el Tao, puede salir de su realidad, esto es la iluminación. Significa que continúas estando en el Tao. Siempre lo has estado, aunque no lo sabías y ahora lo sabes.