16. El que se funde con el Tao es eterno.
Alcanza vacío supremo, conserva una calma interior profunda.
Si relajas tu cuerpo y tu mente al máximo, entras en un estado de tranquilidad y calma interior.
Si estás con calma y serenidad, estás presente y consciente. Este es el modo correcto de vivir.
La calma interior a veces se le llama vacío. Vacío también significa actuar con la mente vacía de creencias. Actuar desde la aceptación plena.
Todos los seres están activos para vivir, solo contempla.
Todos retornarán a su origen.
Toda manifestación material se está creando aquí, todo está evolucionando en tu realidad, todo lo que puedes ver y percibir se está manifestando al mismo tiempo en tu realidad.
Al acabar la vida, vuelves al estado original. Todo está en tu mente, en tu creencia, pero en realidad no existe, no puedes volver. Por lo tanto todo es evolución hacia delante.
Volver a tu estado original es avanzar de nuevo a tu origen con nuevas experiencias vividas.
Cuando pones una cosa con insistencia en tu pensamiento, la creas. Cuando dejas de pensar en ello, deja de existir. Vuelve al estado donde no existía.
Volver a su origen, también significa volver a tu estado mental anterior a pensar en ello, es el estado de presencia.
Volver a su origen es encontrar la paz.
Encontrar paz es como renacer.
Renacer es ser eterno, es una ley.
Conocer esta ley es ver claro.
En el estado original hay silencio. En la naturaleza existe la vida y la muerte. Todas las cosas evolucionan o cambian, nada es para siempre. Todo está sujeto a cambio. La persona que entiende esta ley, es sabia.
Volver a encontrar la paz, significa aceptar tu realidad sin luchar. Es observar por donde fluye, no crear tu realidad con tus creencias.
O dicho de otra manera, si aceptas lo que te toca vivir, eres uno con el Tao.
Ver claro significa iluminación. Para el Tao la iluminación es la sabiduría, el entendimiento claro y para llegar a ello, es volver al Tao. Volver al Tao es volver a sus enseñanzas.
Quien no conoce la eternidad, actúa con ideas incoherentes. Quien actúa con ideas incoherentes, camina hacia la adversidad y la desgracia.
El que vive según al ley de la vida y la muerte, actúa de forma absurda y sigue el mal camino.
Si no vives con las enseñanzas del Tao, de nada sirve obsesionarse con la meditación u otras creencias. No puedes escapar de tu realidad si no te gusta sólo con la meditación, hará que actúes de forma absurda.
Quien conoce la eternidad, es respetuoso.
Quien es respetuoso, es justo.
Quien es justo, es como un Rey.
Quien como un Rey, es uno con el Tao.
Conocer la constancia de retorno al Tao, hace que sea más fácil aceptar tu vida. Entiende que tu realidad tiene un propósito, déjalo fluir.
El que conoce la ley, adquiere una visión correcta de la vida. Adquiere sabiduría. Los valores terrenales como e egoísmo o la lucha, pierden sentido.
Debes actuar sin alimentar tu yo terrenal. Si no actúas para alimentar al ego, actúas desde el corazón. Con esta energía puedes ayudar y enseñar a los demás.
Quien es justo es como un Rey. Rey significa soberano, es decir, ser Rey de uno mismo, dominando o controlando al ego. También significa Rey de los cielos, significa tener sentimiento de pertenecer al cielo.
Actuar de esta manera es el camino para fundirse con la energía del Tao.
Quien es uno con el Tao, aunque acabe la vida de su cuerpo, no perece.
Cuando estamos en el camino del Tao, la vida transcurre sin motivos para el sufrimiento. Incluso después de la vida terrenal, no hay sufrimiento.