El Tao es el origen de todas las cosas.
Se puede hablar del Tao, pero se escapa a nuestro sentido común. Se puede explicar pero no corresponde a lo que la mayoría de las personas entienden.
El Tao es la esencia del Universo, el origen de todas las cosas materiales e inmateriales. Se puede explicar, pero debido a su complejidad, requiere estudio y meditación, no es un tema banal, se escapa a nuestros sentidos e intelecto.
El Tao que se puede explicar, no es el verdadero Tao. Hay cosas que no se pueden explicar con palabras por mucho que te esfuerces, se deben experimentar, se deben sentir. Es como ver un abismo profundo, donde no se ve el fondo, donde hay el origen de toda la creación.
Se traduce Tao como ‘camino’, pero es engañoso. Sus enseñanzas son una camino, una guía, una inspiración, pero el Tao es ‘Nada’, es la energía suprema, es Amor.
Lo que no tiene forma es la origen del Cielo y la Tierra, lo que tiene forma es al comienzo de lo creado.
Originalmente hay dos fuerzas o energías. La unión de estas dos fuerzas genera la creación de todas las cosas:
- Inmaterial. La energía en estado puro, no tiene forma, es la fuerza creadora, origen del cielo y la tierra. Es el estado del Universo, todo es energía y solo una pequeña parte es materia.
- Material. El origen de los elementos (tierra, cielo, aire, agua, fuego), creadora de todas las cosas y de este mundo.
La energía suprema es el origen de Todo y el resto de cosas es una proyección de nuestra mente, es como un holograma o una visión de la vida, nuestra realidad.
Lo que sí que podemos nombrar es la materia, lo que perciben los sentidos, esta es tu realidad. Toda materia es una proyección mental, sino la mente no lo puede entender. Nosotros somos parte de esta proyección, formamos parte de nuestra realidad.
Creamos nuestra realidad a partir de la mente, de nuestras creencias, con una mente analítica. Si analizamos demasiado, vivimos un engaño, no es la realidad, es una proyección de tu mente.
Tao dice que para calmar la mente, lo aceptes todo tal como es, que lo ames todo, entonces la mente se calma sola. Significa dejar de luchar, la vida va más de fluir, de gestionar y de aceptar que de luchar.
Cuando dejar de luchar aparece el Tao. Las apariencias, las manifestaciones o proyecciones de tu mente te engañan, son la realidad moldeada por tu mente, por tus creencias, pero no es la realidad pura.
La mente es muy limitada comparada con la manifestación del Universo. Tiene unas enseñanzas limitantes. Como yo digo: ‘Es nuestra biblioteca particular, pero no es la biblioteca universal’. Por lo tanto, entender la verdad absoluta con tu mente es muy limitante, deja de analizar todo.
Observa la sutileza de lo que no tiene forma y observa lo que tiene forma. Ambos provienen del mismo origen, pero son distintos.
Las dos energías vienen del mismo origen, el Tao. El Tao y su manifestación son lo mismo, ya que el Tao es la esencia de lo manifestado.
El Tao y tu realidad son lo mismo, es el viaje tu espíritu, tu realidad, tu holograma, que no es lo mismo que la realidad real absoluta.
El estado sutil está presente en la manifestación material. Percibir el estado de sutileza, es la puerta de entrada a todas las formas. Esta sutileza, no se puede explicar, se debe sentir. Es un sentimiento, vivir con este sentimiento abre las puertas del camino correcto.
Sentir la serenidad, abre las puertas de los principios positivos, a vivir feliz, a sentir emociones positivas como el respeto, la comprensión y el amor. Respirar y fundirse con el Tao, es la manera de trascender los problemas del día a día, de encontrar la felicidad.
El Tao se manifiesta en el mundo. El mundo se manifiesta en tu visión del mundo, que es tu realidad, tu visión, tu creencia. Tu realidad es tu verdadero Yo, tu vida, lo que tu eres.
La puerta del Tao es aceptar todo, no luchar, vivir en la sutileza de la energía, no en la materia.